River, con la cabeza en el “operativo milagro” y el regreso del Pity Martínez, aunque el 0 a 0 con Defensa tuvo sabor a derrota
River no tiene de dónde aferrarse a la esperanza. Es una moneda al aire, que habitualmente cae al revés de lo que espera. Sigue de empate en empate en la Liga Profesional y el objetivo resurrección en la Copa Libertadores parece una misión imposible. Para qué engañarse: juega tan mal en el torneo local como en el campo internacional. Con suplentes, acá, con titulares, allá. El 0 a 0 con Defensa y Justicia, con casi todo el segundo tiempo con un intérprete más, lo retrata tal cual es. Un equipo (en todo el sentido del término) que no ofrece ningún tipo de garantías.